Esta mañana, tras leer el periodico, ensayando una canción
del repertorio del Coro me en contre con
esta que dice:
“…....…no me dejes de querer,te pido,
no te vayas a ganar mi olvido………”
Me atrevería a poner la mano en el fuego al afirmar que la
inmensa mayoría de los niños de entre diez y quince años, que nacimos por los
años cuarenta y cincuenta y aun e los sesenta, teníamos un grandísimo
afecto/cariño a vascos y catalanes. No se muy bien cual seria el fundamento de
aquella ola de admiración que se percibía en
cualquier conversación, ya fueran entre niños, jóvenes o mayores, cuando
se hablaba de Barcelona, de Bilbao y de sus gentes. Tengo el convencimiento, de
que esta idea, era por entonces, extensiva a toda España y no solo se daba en
Extremadura, donde comenzó mi vida.
A fecha de hoy ni vascos ni catalanes parecen querer al
resto de los españoles, a los que culpan de todos sus males y de ser un lastre,
para el que debería ser, su brillante devenir.
Seguramente, que Cataluña y País Vasco habrán malgastado
muchos dineros, en estos pasados años de vacas gordas, pero han perdido, por su
culpa y solo por su grandisima culpa, mucho de aquel cariño y afecto que toda España
había depositado en ellos y que se percibía en el diario acontecer. ¡Que
torpes!
Pepemelon