Esta mañana, he asistido, en el Hospital, a un espectáculo vergonzante,y del cual me siento en alguna medida,moralmente responsable. Se celebraba la oposición para cubrir una plaza de Jefe de Sección en Cirugía Vascular. Optaban a la plaza dos cirujanos que venían de otros hospitales y el Dr. Ruiz, que ha desarrollado su labor como cirujano vascular del Hospital, desde que llego hace siete años.
Es conocido el odio que el Dr. Duarte tiene a el Dr. Ruiz, de modo que me preocupé ,cuando supe que en el tribunal se encontraba el Dr. Duarte. Por esa razón, esta mañana, procure hablar con él, a solas, antes de comenzar el examen, saber que pensaba y cual era su situación anímica. Lo encontré excitadísimo, me hablo muy mal del Dr. Ruiz y me dijo que en modo alguno le daría su voto. Pensé en comunicar esto al presidente del tribunal, pues yo creía que este hombre, que no estaban en condiciones de hacer una valoración ecuánime sobre la presentación del Dr. Ruiz. Le inste a que se tranquilizara y recapacitase y le dije, que no era justo lo que pensaba hacer, pues tenía todos los tintes de una venganza calculada.
Lo que ocurrió después me dio la razón. Ante el asombro de todos, se dirigió al Dr. Ruiz, con una violencia inusitada, casi gritando, con algún tartamudeo, notable temblor de sus manos, y ademanes vejatorios, para decirle, que su presentación era falsaria y mediocre. Después de este ataque, bajo el tono de voz e hizo una loa de los otros dos concursantes.
Tras haber presenciado esto, me siento culpable, pues creo, que pude haber evitado, la consumación de una venganza anunciada y de que al Dr. Ruiz le birlase la plaza Juan Duarte. En todos los años que he pasado en el Hospital jamas tuve conocimiento de una fechoria semejante
J Melón
El comentario me parece de un peso moral aplastante. Yo pase por el Gran Hospital. Esto me recuerda el tiempo en que Enrique Moreno gano brillantemente su plaza - en una segunda convocatoria - tras conseguir invalidar la primera. Cosas para reflexionar
ResponderEliminarLa falta de objetividad, de criterio, de saber estar, y la facilidad para imponer sus criterios (generalmente erroneos)arbitrariamente y sin justificacion alguna, y a ser posible a gritos y con descalificaciones, es un nexo común de algunos especimenes que pululan y deambulan por el hospital cual cromagnones, a los que solo les falta el taparabos y la maza, arquearse un poco el cuerpo e ir por los pasillos diciendo uhh, uhh,uhh . Casualmente estos energumenos se apoyan y comparten sus "argumentadas, meditadas, contrastadas y justas" decisiones, como la referida anteriormente. Un saludo, Luisito
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