Esta noticia de la humillación de una empleada de un hotel por un hombre tan poderoso, como el Presidente del Fondo Monetario Internacional , me ha llevado ipso facto a mis años jóvenes cuando leí El Alcalde de Zalamea .
Los personajes pueden salir del teatro de Calderon y viajar de Zalamea a Manhatam. El capitán Ataide es Dominique Strauss-Kahn. Isabel es una camarera de un lujosísimo hotel y El Alcalde(Pedro Crespo) se ha transformado en una juez (Melissa Jackason) que lo envía sin fianza a la cárcel. No sabemos si por la cabeza de este hombre tan poderoso, habrá pasado – al contemplar a la Juez que lo condena – algo parecido a lo que le dijo el capitán Ataide al alcalde: “Viejo cansado y prolijo / agradece que no os doy / la muerte a mis manos hoy”.
Comprobar que la Zalamea de Calderón sigue ahí, con su defensa de la dignidad frente al abuso de los poderosos y recordando aquello “……….el honor es patrimonio del alma…….”, me alegra. Y me alegra, que hoy podamos hablar de “ El alcalde de Manhattan” tal cual y que terminara con un juicio y una sentencia firme en pocos días.
Algo podíamos aprender. Pepemelon
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