jueves, 12 de noviembre de 2009

LAS SENSACIONES DEL CORO

Ayer en el coro tuve unas sensaciones, que me llevaron a viajar, hacia atrás, en el tiempo, cuando, hace muchossss….años, sentado en un pupitre, siempre estabas expuesto a que el profe te enviara una mirada, que podía ser dulce/meliflua o por el contrario acre/amarga. También me acordaba del alivio que sentía cuando “la tormenta” descargaba lejos de mi pupitre.
Anoche, cantando Jinglebells, los bajos, nos sentimos muy gratificados con unos comentarios laudatorios de EL DIRE a nuestra cuerda. Claro, que todo hay que decirlo, había vuelto Alberto - que ha estado enfermo - y por primera vez nuestra cuerda llevaba la parte mas conocida y de mas relumbrón de este villancico. Nos mirábamos y naturalmente nos sentíamos como muy bien. Las contraltos cosecharon muy buenas sensaciones al igual que los tenores
A las sopranos, en esta ocasión, les cayo (como siempre nos ocurre a los bajos) una parte menos conocida y encima en una tesitura algo diabólica. Desde nuestro lado, nos dábamos cuenta de sus esfuerzos por llegar a donde EL DIRE quería y de que a ellas también les cuesta, cuando la partitura esta llena de corcheas en tesituras incomodas. Digo esto porque, siempre me parece a mi ,como si a ellas no les costase conseguir resultados óptimos en su cuerda. Animo chicas. Otro días nos veréis a los bajos sufrir, agarrados a la cuerda por que ya no podemos bajar mas.
Un cariño para tod@os y cuidar vuestras cuerdas. Por cierto. El otro día, pensé preguntarle AL DIRE que debía hacer yo para mejorar mis cuerdas, pero luego me dije, buena gana, seguro que me dice:¡¡¡ ESTUDIAAAAAANDO!!!!! PMelon

domingo, 1 de noviembre de 2009

LA MAGIA DEL OTOÑO

Probablemente este sea el ultimo fin de semana con una temperatura deliciosa que me ha permitido pasear por los caminos de la Alta Extremadura, en el Valle del Ambroz, contemplando los colores del otoño dejándome acariciar por las hojas que caían, y por las buenas sensaciones que me producía comprobar que iba “dominando” algún villancico. No se como me escape de aquí, a un escenario en el que estábamos cantando en el hospital, villancicos en alemán, en ingles y en español. Era el día de la fiesta grande del hospital. La que se hace en honor de los jubilados. Al terminar, las palmas echaban fuego y los comentarios de admiración y sorpresa, se escuchaban por todas partes. Nosotros estábamos medio emocionados. Un antiguo amigo y compañero me hizo el siguiente comentario. “Verdaderamente – me dijo – por este Hospital han pasado médicos que son un referente y que han trascendido las paredes de esta casa. Te digo esto, porque quien ha credo este coro, esta a la altura, pues no me negaras, Melon, que conseguir estos resultados, con semejante tropa, no es cosa menor”. Carlos Rojo se llama, le dije.
Caminando, caminando, salí de este escenario con mucha misquila en el corazón. ¿Como me ocurrio todo esto?. No lo se Quizás sea, porque, en el Valle del Ambroz,desde hace tiempo celebran una fiestas que llaman El Otoño Magico