Como todos los españoles – le decía esta mañana en el metro, un ciudadano a otro que parecía andaluz - me he quedado estupefacto con los resultados de las elecciones. Nadie, dígase lo que se diga, encuentra explicación. Yo, desde luego, no entiendo como después de todo lo que se ha conocido, se puede votar PSOE. Ya es llamativo, le volvía a decir, que ni encuestas, ni partidos ni opinión alguna, previa a los comicios, anticipase un resultado como el que ha sido. Bueno y luego esta la gran abstención. En fin, fácil de entender no es. Finalmente, el que me pareció andaluz, le contesto. En Andalucía las cosas son diferentes y le contó algo, que según dijo, había leído en un periódico:
“Los sindicatos han jugado un papel fundamental en la campaña de concienciación de la ciudadanía frente a las medidas injustas, regresivas y agresivas del Gobierno del PP. La movilización con vistas a la huelga general también ha removido conciencias y ha sacado a la luz las contradicciones y las falsedades del discurso de la derecha.” Según le oía, me acorde de algo que había leído ayer, sobre que en Andalucía, las redes sociales tal vez no sean las mejores, pero la red político/sindical era buenísima y muy eficiente. Por primera vez empecé a comprender, algo de la respuesta electoral andaluza.
En la TRONERA de hoy, de Antonio Gala y que titula ¡Viva Andalucía viva!, se pregunta: “¿DE VERAS puede haber sorprendido a alguien el resultado de las elecciones andaluzas?. Explica sus porqués, que no entiendo y termina: “Aquí las cosas son como son, no como algunos quieren que sean. Pero, ¡cuidado!, hay una letra de soleá bien significativa, dentro de la cabeza de cualquier buen andaluz, que por serlo tiene la mosca en la oreja: Yo no quiero ser ladron/pero a robarle al Gobierno/me tira la inclinación”
Bueno como quiera que sea, sigo confuso y sin entender el porque del resultado electoral andaluz, desde mi máximo respeto a los andaluces y a su democrática decisión electoral, como es natural.
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